Amiga
Soledad, son oscuros tus presagios,
escondida en las sombras del pasado
y que encallan mi barca con naufragios
de tristeza; mi alma ya han rasgado.
Es eterna muy falsa y traicionera,
como gotas tan puras e inocentes…
Van entrando en mi mente cual quimera
que se cambia en venenos muy potentes.
Y La miro, recuerdo aun su mirada...
Que me pide el vivir por siempre unidos,
mi cabeza resuena equivocada,
y transforma en amor todos los ruidos
y la siento, la siento aquí conmigo,
que acaricia mi cara como antes
y su aroma es tan fresco como el trigo,
cuando fuimos los más grandes amantes.
Mas su cuerpo, despacio que se escapa
de mis manos, en polvo de cenizas;
Y mi cara… con lágrimas se empapa
al saber que de ti son solo brisas.
Que escondiendo de todos esta flama;
Con orgullo platico mis amores…
Tu humedad la dejaste aquí en mi cama
y mi almohada guarda tus humores.
Si comprendes que triste voy muriendo
que un fantasma parezco en los balcones;
y entre todos yo luzco siempre riendo,
Amiga soledad no me abandones.