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Demencia.
Invierno que asomas tu viento, la vida
destruyes haciendo pedazos el alma:
Estaba olvidado, perdido, sin calma,
y llegas juicioso me ofreces salida.
Corrí con el viento, corcel sin su brida:
tomando de todo ni el agua me calma
la sed que con ganas despacio desalma
mi esencia tan mustia roída muy luida.
Que mi alma de triste se tensa con penas
viviendo mis días sin prisa ni gloria,
y quedo tan solo cumpliendo condenas.
Despacio mi mente ¡se fue con mi euforia!
Quedé tan vacío no siento cadenas;
invierno me brindas la paz sin memoria.
Mortado 09/30/2014
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