Despedida
El mar reclama todo, y mis cenizas
volaron de tu mano aquella tarde
el triste firmamento ya no arde.
Ni tú, con tu mirada lo matizas...
El viento me ha llevado enamorado
por mares, montes, valles y colinas
volé con mil hermosas golondrinas
que libre soy de un cuerpo tan cansado.
Mas mi alma triste vuelve sin consuelo,
tu fuiste la tormenta embravecida
y en un relámpago me diste vida
y has quedado sin luz mirando al cielo.
No quiero que me busques por las flores
ni dejo en mil aromas todos esos
humores que se sienten como besos
y no estoy ni en el aire, ni en rumores.
Y si sientes de nada escalofrío
es solo neurastenia que importuna.
No me busques amor ni por la luna
ni en la canción que tararea el río.
Si encuentras la mañana sucia en nubes
veras que por los montes crece vida,
entonces sentirás mi despedida
en canto de chicharras y querubes.
La tarde mortecina como broche
te acordará de mí, las alegrías.
De luz se llenarán las sombras mías
y un ángel me encamina en esta noche.
Moreno José Luis 15/02/2021