Que no se haría para enamorar a la mujer de toda tu vida, literalmente. A tu esposa declararle tu amor volverla a enamorar como cuando chiquillos…
Déjame ser tu novio
Deja que te haga la ronda,
déjame conquistarte;
como cuando éramos niños,
déjame enamorarte.
Aunque yo soy tu marido,
déjame ser tu amante.
Quiero revivir de nuevo,
lo que comenzó aquel día,
cuando tenías tu 15
y yo… 16 cumplía.
Allá bajo aquel tejado
dijiste que me querías.
Vivimos tantos momentos,
aventuras de chiquillos;
alegrías, buenos tiempos,
Agarrados de las manos,
enfrentamos sufrimientos.
Quiero darte serenata,
recordarte que estas viva.
Déjame ser tu novio,
no quiero navegues sola,
y quedar a la deriva.
Deja cocinar lo que tú disfrutas,
debo consentirte ahora.
Y cuando caiga la noche,
quiero que vibre tu cuerpo;
en nuestra cama de siempre,
eso es lo que mi cuerpo añora.
En la mañana temprano
tendras tu almuerzo en la cama.
Como antes, te tomare de la mano
que nuestro amor fue longevo,
te mirare fijamente y te lo diré
otra vez. Deja que sea… tu novio de nuevo
Moreno Hurtado 01/19/2014
Poemas a discreción, Los cuentos del abuelo