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El porqué de mis recuerdos...

 

 

 

Era un rey con avaricia y un corazón

tan malvado, atacando los poblados;

Conquistó los más deseados.

 

Con furia arremetedora el fue un cid en la campaña,

se apoderaba de tierras, de bosques y sus doncellas;

Mas una tarde de tantas, atacó con la peor saña

Y el destino le jugó mal, se enamoró de una de ellas.

 

Siendo el casado, no le importo condición

y la trato frágilmente, como si fuese de seda;

Le habló palabras de amor y al aire fue la moneda;

Porque siendo ella casada… Atacó su corazón.

 

Las brujas de todo el reino le auguraron mal futuro…

Y los dragones temblaron al saber de los presagios,

la visitó día tras día en el lugar más oscuro;

Sin hacer caso de nadie, ni moral, ni sus adagios.

 

La enamoró por completo, fue de lo más hermoso;

Se sentía el muy perfecto, hombre nuevo y de respeto

Sintiéndose todo un poeta, le escribió a ella un soneto…

 

Recuerdos…

 

Caracolas tan negras de cabellos,

esperanzas con brillo entrelazadas;

Tu cabeza las luce desbordadas,

evocando recuerdos siempre bellos.

 

En la cama, miraba tus destellos…

Tus cabellos caían como espadas

y a mis ojos llegaban tus miradas,

que buscaban de amor todos los sellos.

 

Una vez más quisiera yo sentirme,

atrapado entre celdas de un candor

delicado; Tan suave, nunca herirme…

 

Con la fuerza muy interna de tu flor,

y en mi ensueño a tu cuerpo yo rendirme...

Son recuerdos hermosos de tu amor.

 

 

Mas la dicha duró poco…

Ella enfermó de repente

y él se fue de la mente, 

 perdido se volvió loco.

 

Ya no acudió ella a su cita,

mil caballeros de guardia

enclaustrada en una torre,

y verla ni de cerquita…

y él… el tan solo,

esperando que su mente no lo borre.

 

Su princesa confinada, quedo dormida

por la eternidad; Esperando solo un beso,

ese beso… Que por amor la despertara.

 

El sintió un murmullo, que en su oído hacia un eco…

El silencio hablo con él, le prometió cosas buenas,

ahora solo sueña; Con el alma triste y su corazón muy seco;

Porque se sintió cobarde, quedando solo con sus penas.

Sus sentimientos ha perdido, se ha quedado en ruinas,

Porque él ha saboreado; Las mieles de las espinas.

 

 

 

        Mortado                                                                 09/30/2014    

Poemas a discreción, Los cuentos del abuelo

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