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Ella

 

Es ella la refulgente

virgen del hermoso cielo

una flor en mi ilusión,

y lleva en su humilde frente

paz, y su escudo es el consuelo,

que me abrasa el corazón.

 

De colores es su esfera

y es la luz de mi camino

tantas veces lo probó.

De mi casa es la lumbrera

quién quisiera mi destino

que con ella se templó

 

Pues a nada más aspiro.

Si mi corazón se oprime

y en mi herida ponen sal...

Busco el bálsamo, la miro,

y es como mi Dios sublime

con su risa matinal.

 

Cuando miro alguna estrella

se aparece la romanza

y me embriago del licor

y me pongo tras su huella

como luz de la esperanza

que me deja del Amor.

 

Al amor yo fui indeciso

y moría sin talento

por ser tonto irracional.

Es mi vida un paraíso

porque vivo muy contento

este amor que es inmortal.

 

 

José Luis Moreno    01/03/2021

Poemas a discreción, Los cuentos del abuelo

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