Escucha...
Escucha… solo escucha,
muy despacio que oirás mi corazón;
Quizás halles razón
pequeña, tan pequeña algo difusa.
Que te dice no sueñes en castillos
Y deja tus muñecas en cristales,
Y siente así los fuertes vendavales
despierta sin tus cruces de cuchillos.
Te ofrecí de las rosas las mejores,
de esas que a ti te gustan
si estas letras que dudas y te asustan...
No colecciono amores.
Ofrezco mi amistad muy verdadera,
no me gusta vivir en solo un sueño...
Porque yo se que algunos tienen dueño,
que morir en las llamas de quimera.
Si sentiste el amor en mis palabras,
te pido que disculpes
mi soeza y no culpes;
Las palabras de amor que aquí descubras.
La soledad es mala consejera,
mi corazón te vio...
El destello de tu alma él lo sintió
y espera una mirada con que fuera.
Mortado 04/20/2014
Poemas a discreción, Los cuentos del abuelo