- ¡Revisaré la tarea!

Su voz apagó el salón.

Gritó nuestra profesora

para llamar la atención.

Al pasar de los minutos,

se escuchaba... solo el reloj

.

-Encima de su pupitre

el cuaderno en su tarea

El que no me haya cumplido,

de recreo tiene dieta

.

¡Maldita Bruja! Pensamos

y perdimos el resuello

Entre las miradas, risas

y nuestras caras de ruego

De la mochila de trapo

sacamos nuestros cuadernos.

Se oían de todos ruidos,

con risillas sin aliento

y nuestra boca ataviamos

con chasquidos de los nervios

.

Como añoro nuestras aulas…

a los maestros tan nobles,

Y eso que fuimos victimas

como perdidos salmones

Y si venía un castigo…

Fuimos muy buenos actores,

con la cara de baqueta

pedimos que nos perdonen

Pero al regresar al juego,

se olvidaban las sanciones

.

Hoy les recuerdo contento

y es que estoy agradecido,

me enseñaron a contar,

aunque cuente solo silfos

me enseñaron a leer...

y conquisto mil castillos

¡me enseñaron a pensar!

y eso… es un bendito vicio

.

La matemática es ley

como la boca que besa

Las lenguas tienen un don

con la inteligencia délfica

y el pensar es universo

en un millón de saetas

.

Por eso les doy las gracias

a todos los profesores,

quien nos guía en nuestro vuelo

y nos llenan de visiones

y nos inyectan coraje

para hacer nuestros fulgores

.

A mis hijos, sigo el juego.

en el dé·jà vu del recuerdo

que despertará su vida

como un caldo a fuego lento

Y les dará por pensar

en ese fuego perpetuo

y van a ver sus errores,

y lo pensarán de luego

entonces comprenderán

lo mínimo del lucero

que un profesor puede ser

en su vida y en el tiempo.

​

​

José Luis Moreno