Ingenuos
Así, de pronto, como de la nada...
La música de Bach se vino en viento,
una sonrisa me quitó el aliento
y me cegó al momento su mirada.
Como la frágil mariposa vuela
en mal encanto que a la gente hechiza.
Llegó ese viento que a la flama atiza
que es tan caliente y a su vez congela.
Le dije tantas frases en murmullos
y fue pecado mi citar Cyrano,
el amor que llegó no es nada humano,
es un amor divino sin barullos.
Como en altar de Cypris fue paloma
en sacrificio, y renació entre rosas,
descubrió fascinada un mar de cosas...
y me dejaba en humedad su aroma.
La ingenua curvatura de sus labios
su frescura e inocencia me bebía.
Toda, en mí, sus sabores descubría
y en ella se olvidaban mis resabios.
Ella olvidó en su casa aquel eterno
amor, al que juró sin más, querer…
pero en mi cuerpo se volvió mujer
y allá, en su cielo se volvió un infierno.
Fue un amor ilegal, amor impío.
Sabía, la locura me arrastraba
y su infierno en amor, lo reclamaba,
como flor corrompida por rocío.
José Luis Moreno 15/02/2021